sábado, 16 de marzo de 2013

Hope

Mama, take this badge off of me I can't use it anymore... y así amanece el día. Bob Dylan se ahorca en mi móvil a modo de despertador. No tengo escusa alguna, debo levantarme. Es 16 de Marzo, hace 26 años nació una persona a la que le debo todo. Me levanto optimista. 
 Enciendo la cafetera mientras "lío" mi primer pitillo del día con aroma a vainilla. Vuelvo al cuarto, abro mi ordenador y escucho The Beatles en su honor. Paso mi mano derecha por la costilla izquierda y se que llevo su nombre grabado de por vida, "jamás me arrepentiré de esto" pienso muy seguro de mi mismo. A continuación cojo una bola del mundo del tamaño de mi mano, con significados infinitos, que ella me regaló al marchar a Canadá.
  Exploto de repente, Across the universe invade mi cuarto entre humo y olor a café mañanero. Me incorporo, utilizo la almohada de respaldo contra la pared blanca de mi habitación y empiezo a recordar momentos en su casa, risas, discusiones, peleas, cigarros a medias al despertar juntos por la mañana, paseos por la playa al caer la noche, conversaciones en las que no hace falta decir ni una sola palabra porque con ella sobran... 
 
 Se que quererla es poco, y que se merece mucho más de lo que le puedo dar. Su carácter fuerte, su locura constante y su par de cojones para coger al toro por los cuernos por muy grandes que los tenga, me ha demostrado que todo se puede si piensas que puedes. Luchar es su mayor virtud, y por ello la envidio cada día que tacho en mi calendario de mesa. Cuento las horas para verla, y se que quedan muchas, pero no me desanima esto, ya que mientras mis dedos pulsan estas pobres palabras que intentan, de alguna manera, representar lo que siento, sigue pasando el tiempo, y cada vez estoy más cerca de verla en verano, darle un abrazo y quizás alguna lagrima caiga de mis ojos, aunque lo disimule, pero se que no pasará nada, ella sabe que me cuesta expresar mis emociones.
 
 Y le dedico este día en su plenitud, por sacarme siempre adelante cuando algo me iba mal, por hacerme reir e incluso por aguantarme cuando mis excesivos nervios salen a flor de piel.

  Ya puede estar en Canadá, en Brigthon o en la luna, pero siempre estaré unido a ella por nuestro segundo apellido, por ser la mejor persona que conozco, y la que es capaz de darlo todo por alguien que necesita solo un poco.

  No me habléis de lo que es echar de menos a alguien si no la conocéis  porque mis días tristes acaban cuando veo " Whatsapp Hope prima" y con un simple "hola guapo, que hace?" me saca la mayor de mis sonrisas. No me habléis de lo que es estar orgulloso de alguien, si no la conocéis  porque me siento orgullo de ella hasta cuando está tan solo durmiendo. Quizás esto suene algo prepotente, pero se que he tenido muchísima suerte, porque es mi prima, es un puto diamante en bruto que no se deja pulir, y por eso y mil cosas más, se merece el respeto de todo aquel que la conoce, eso si, yo siempre la conoceré mejor.
Felicidades prima.

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