lunes, 4 de marzo de 2013

Cordobés desde 1992

El mismo día del padre, el mio Ricardo, salí de mi madre, Esperanza. No se comieron mucho la cabeza, ya que me llamaron Jose Luis, el segundo hijo de una familia cordobesa liderada por un médico y una profesora de infantil. 

 Desde ese 19 de marzo de 1992, en esa familia se terminó la tranquilidad, ya que llegó un niño demasiado hiperactivo, hasta el punto de ser sonámbulo. Para calmar esto, mis padres decidieron que el deporte sería lo mejor, por lo que empece a nadar. Dió la casualidad de que nadaba medianamente bien, y comencé a nadar con 8 años hasta los 13 aproximadamente, donde me di cuenta de que lo mio sería el rugby. A escondidas y ocultando las primeras heridas de mis primeros meses de entrenamiento, empecé a tener contacto y a atraparme por ese deporte, al cual se le denomina "juego de bestias jugado por caballeros". Tras convocarme para el primer partido, puse en conocimiento de mis padres esa afición desconocida para ellos, y ahí empecé a jugar de verdad. Así llegaron los primeros partidos, y con ellos la titularidad en el Club de Rugby Córdoba. Al cumplir los 18, una lesión en la rodilla derecha, de la que sigo sufriendo las consecuencias, me hizo dejar el rugby en mi mejor momento.

 En cuanto al tema académico, siempre algo perezoso y habitual en septiembre y recuperaciones, además de pasar por más de dos, tres, cuatro y cinco centros, conseguí sacarme el bachillerato, y decidido a estudiar ADE. Esta idea desapareció pronto, por lo que entre trabajos y demás, pasé, lo que seguramente ha sido y será, el año más aburrido de mi corta pero intensa vida. Y decidí poner en marcha alguna posibilidad de futuro, y llegué a Segovia, donde estudio Publicidad y RRPP.

 Entre mis gustos destaco sobre todo la música, los caballos y viajar a sin destino alguno y  sin planear del todo. La música, llegó a mi con 15 años, en un principio como escusa barata para no estudiar y estar ocupado, pero más tarde me di cuenta de que se estaba convirtiendo en algo importante en mi, por lo que empecé a practicar en serio con la guitarra, y tras horas y horas y algunas horas más, aprendí a tocarla de manera aceptable. Los caballos siempre han sido mi pasión, y gracias a un buen amigo, monté por primera vez hace seis años, y desde entonces no he podido parar de pasear y galopar por el campo a lomos, de lo que yo considero, el animal más fiel que pueda existir.

  Como objetivos en la vida, tengo viajar, viajar y viajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario